-¡Veronique, ven a jugar!
Y todo se volvió negro. Los pájaros dejaron de cantar y la calidez de aquella tarde de verano desapareció. Para siempre.
Ha pasado ya mucho tiempo desde aquel día. Ella no recuerda lo que ocurrió. No guarda ninguna impresión de cómo el sol quemó su piel. De cómo el aire se volvió fuego en sus pulmones y su sangre espesa se paralizó dentro de sus venas. Se desmayó. Cayó inherte sobre la hierba tibia y las voces infantiles de sus amigas cesaron para dar paso a las lágrimas que siguieron a aquella tarde. Ha pasado tanto tiempo desde entonces, que ya no queda nadie que recuerde cómo la dulce y pequeña Veronique murió inexplicablemente una hermosa tarde estival.
-¡Veronique, ven a ver la luna!
La oscuridad no desdibuja los contornos del mundo de las criaturas que la han acogido. Sus ojos acarician la claridad blanquecina que las cosas más sencillas reflejan durante la noche, y entre las sombras se esconde para disfrutar de la poderosa sensación que sus exquisitos sentidos le proporcionan al percibir el calor y el olor de la sangre que fluye viva por los que deambulan, inconscientes, en búsqueda de un sueño que nunca disfrutarán más.
Ha pasado también ya mucho tiempo desde que aprendió el idioma de los búhos, de los gatos de ojos reflectantes, de las estatuas que cobran vida cuando cesa el bullicio de las ciudades y de aquellos que, como ella, continúan su existencia entre el sigilo elegante de las tinieblas.
Dicen que no hay muchos niños entre ellos. Pero no es cierto porque Veronique sigue saliendo a jugar.
(por Tea 4 threewww.flickr.com/photos/pamdolls/people/te a4three/)
Customización por PamDoll's
Gracias Fuen, me has dejado completamente alucinado!!!
Eres la mejor!!!
Te quiero mi niña!
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